Foto: © Manuel Pérez Barriopedro |
El 23 de Febrero de 1981,
Manuel Pérez Barriopedro se encuentra en el Congreso mientras se vota la investidura de
Calvo-Sotelo. Escucha ruidos en el pasillo y apunta con su Nikon F2 mientras un
guardia civil asoma por la puerta que da acceso al recinto, el teniente
coronel de la guardia civil española Tejero se sube a la tribuna de oradores empuñando un arma y grita: “¡Quieto todo el mundo!”. Era un intento de golpe fascista (o manotazo de ahogado) por soldados franquistas en un intento de volver al poder
Es la primera de
las 11 fotos que haría del golpe. “Fue un poco imprudente no cubrirme”, comenta
Manuel al verse en la filmación haciendo fotos mientras disparan al aire.
“Cuando cesan los tiros, empiezo a pensar que tenía algo y que debía salvarlo”,
añade. Rebobina el carrete y lo guarda en su mano más de una hora hasta que lo
oculta en su media. “El guardia civil que estaba detrás tocaba nervioso el
gatillo y sentía el clac, clac a mi espalda”, relata.
Tras ser
liberado, a las 10 y media, conduce hasta la Agencia Efe en su Seat 600 para revelar el
rollo. “Llevaba muchas horas con la incertidumbre, no es como ahora con el
digital”, cuenta Manuel.
Había muchos
fotógrafos esa tarde en el Congreso pero sólo él consigue hacer y salvar una
foto buena. “En un momento de estos no puedes acusar a nadie de cobarde”,
alega.
Esta imagen le
dio a Pérez Barriopedro el Word Press Photo de 1981.
Acá la plancha de contacto con los 11 fotogramas que disparó Pérez Barriopedro ese día:
La fotografía que dio la vuelta al mundo, es la décima foto (el fotograma Nº 21A), justo la que teniente golpista se sube al estrado y con la mano empuñando la pistola y la otra en alza grita la famosa frase, justo la que tiene foco, buena luz, está congelada y bien encuadrada.
1 comentario:
'Por supuesto, es todo cuestión de suerte' Henri Cartier-Bresson
Muy buena historia!
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