jueves, 18 de noviembre de 2010

"En el Café Chez Fraysse. Rue de Seine, Paris, 1958" - Robert Doisneau

Volvió la sección: "Una foto, una historia"


Esto lo cuenta Gisèle Freund en su libro "La fotografía como documento social".

"Un día, en un pequeño café de la rue de Seine, donde suele reunirse con algunos amigos, distingue a una muchacha encantadora que está bebiendo un vaso de vino en la barra junto a un señor de cierta edad que la mira con una sonrisa a la vez divertida y golosa. Doisneau les pide permiso para fotografiarlos. Aceptan. La foto aparece en la revista Le Point, en un número dedicado a las tascas, ilustrado por las fotografías de Doisneau. Entrega esta foto, entre otras, a su agencia.
Cuando los periódicos necesitan imágenes para ilustrar un artículo, se dirigen a las agencias. Poco después, esa foto aparece en un modesto periódico, editado por la liga contra el alcoholismo para ilustrar un artículo sobre la acción malsana de las bebidas alcohólicas. El señor, que es profesor de dibujo, se disgusta: Me van a tomar por un borracho, se queja al fotógrafo que le manifiesta su pesar, diciéndole que no puede controlar el uso que se hace de sus fotos. Pero la situación empeora cuando la misma foto aparece en una revista de escándalos. El texto que ahora acompaña esa foto dice: "Prostitución en los Champs-Elysées". Esta vez el profesor de dibujo reacciona furibundo e intenta un proceso contra la revista, la agencia y el fotógrafo. El tribunal condena a la revista a pagar una fuerte suma por fraude. También condena a la agencia, que sin embargo no había entregado la foto. El fotógrafo sale absuelto. El tribunal se limita a considerarle un artista irresponsable."

Más adelante vendrá la biografía de Gisele Freund! 
A Doisneau ya todos lo conocen...

8 comentarios:

Jennifer Cardiff dijo...

jajajjajaj Morí! muy buena, muy buena!
Un claro ejemplo de cómo la palabra y el contexto resignifica a la imagen. El texto ancla a la imagen y le da un sentido diferente.

Contenta de que haya vuelto esta sección...

Estefanía Goren dijo...

Pero qué buena historia!
También es un buen ejemplo de lo que puede significar una misma imagen para personas diferentes que después pueden agregarle o no un texto.

Origami Explotion dijo...

Moraleja: nunca, nunca hay que molestar con "sonrira entre divertida y golosa" a jovencitas encantadoras que beben en paz un vaso de vino en la barra!!!

Para mí el enojo del profesor se explica mas que en las acusaciones infundadas en que el pobre encima no le debe haber podido robar ni un beso a la bella señorita!!

Qué lindo París con sus copas de vino!!!

Daiana von Foerster dijo...

Já, En que quilombo te metiste goloso!

Anónimo dijo...

Me encanto la historia!!! lo cierto es que depende desde que lugar se analice una foto, esto puede ser divertido o no tanto.
Cuidemos nuestro arte!!!

Mechi

Julia dijo...

Y, si, yo pienso que el señor deberia tener algo de borracho y bastante de goloso, ¿por que sino se puso tan nervioso?
La resignificacion de la imagen se produce con cada nueva mirada que reciba.

Guihaus dijo...

Muy buena la historia, mejor aun la foto. Me pregunto por que la mujer tiene las dos copas con vino??

Diego Lapiz dijo...

Guiille: debia ser el happy hour! El ya se tomó a primera...